Uno de los campos que a mí personalmente me encanta de la ingeniería de Telecomunicación es todo lo relacionado con la radiación electromagnética y sus posibilidades. Sobre este tema existe una ignorancia general, la gente no suele saber qué es (más o menos) una onda electromagnética, ni es consciente de que las ondas que salen de su móvil o su router son “del mismo tipo” que los rayos de luz o que las microondas que calientan sus desayunos. Muchos incluso asemejan radiación electromagnética a cáncer directamente, o se maravillan cuando en productos timo como la power balance pone no sé qué del electromagnetismo.
Lo cierto es que ser capaz de actuar a distancia, sin necesidad de ningún medio, ya sea para transmitir información, para calentar partículas de agua, o para mil cosas más… es mágico.
Para ilustrar mejor el tema de las posibilidades de la radiación electromagnética, te propongo un sencillo experimento: coge un mando a distancia, y verás que en la parte de delante tiene un pequeño LED, como una bombilla que aparentemente nunca se enciende. Con una cámara lo más cutre posible (la del móvil, por ejemplo) apunta a esa bombillita y pulsa un botón del mando.
Mola, ¿eh? Esto sucede porque la frecuencia a la que el mando emite ondas electromagnéticas es infrarroja, y por tanto no-visible para el ojo humano pero sí para las cámaras, que por su tecnología captan también frecuencias un poco por encima y un poco por debajo del espectro visible, a no ser que tengan un filtro que impida el paso de esta radiación infrarroja. Pero vamos, que a fin de cuentas es luz, como la que tú estás viendo ahora… y no rayos malvados de cáncer ni milagros que aumentan tu capacidad intelectual o tu estabilidad. P.D.: Este es un buen método para saber si al mando le quedan pilas 😉
Si ahora se nos ocurriera crear por un lado una linterna con ese tipo de “bombillas” y por otro unas gafas especiales con una cámara frontal que captara esa frecuencia (como la cámara de un móvil)… habríamos reinventado la visión nocturna =) Por la noche podrías encender esa linterna y la gente seguiría sin ver nada, pero sin embargo estarían iluminados por esa luz “invisible” que la cámara sí sería capaz de “ver”.
Otro campo muy útil de las ondas electromagnéticas es su capacidad para transmitir energía. El horno microondas es un claro ejemplo de ello. El microondas emite ondas a cierta frecuencia que son capaces de ir cediendo su energía a las partículas de agua, haciendo que éstas se calienten. Teniendo en cuenta que casi todos los alimentos están formados en gran parte de agua, si calentamos el agua, ese calor se irá “expandiendo” al resto del alimento. En la siguiente imagen se puede ver un gráfico de cómo la amplitud de la onda va disminuyendo exponencialmente conforme ésta avanza hacia el interior de un medio, en nuestro caso un alimento.
Nótese que esta imagen es esquemática, y sólo refleja un campo en una dirección. Las ondas electromagnéticas son realmente un grupo de campos eléctricos y magnéticos perpendiculares entre sí.
No obstante, me he dejado (a propósito) lo más importante de la radiación electromagnética, sobre todo si estamos hablando de telecomunicaciones: ¿cómo utilizar las ondas para transmitir información? Está muy bien lo del mando a distancia, pero, ¿cómo sabe la tele que has pulsado el 5, el 3 o el 8? ¿cómo es que hablo por mi móvil y esa información llega a no se dónde en menos de un segundo? Todo esto se resolverá en la siguiente entrega: “Por qué escogí Teleco (II). Matemáticas e información.”
Esta entrada pertenece a la serie de artículos Por qué escogí Teleco sobre divulgación científica relacionada con el campo de la Ingeniería de Telecomunicación.