¿Pero Bitcoin tiene sentido? Breve historia de la moneda moderna

Para intentar dar una respuesta, primero hay que hacer una reflexión sobre qué es el dinero. Hasta la Primera Guerra Mundial, el sistema monetario que se utilizaba era el patrón oro. El patrón oro aseguraba que la divisa podía ser intercambiada por oro en el banco central del país: el banco tenía la obligación de cambiar la moneda por su equivalente en oro, lo que facilitaba las transacciones internacionales ya que el oro funcionaba como moneda de cambio.

Durante la Primera Guerra Mundial, algunos países comenzaron a emitir más dinero del que podían respaldar en oro para hacer frente a los gastos de la guerra. Esto provocó que el patrón oro quebrara y diera paso al patrón cambio-oro. En este esquema, el dólar seguía siendo intercambiable por oro, pero el resto de monedas pivotaban su precio respecto al dólar. Es decir: el dólar debía tener su equivalente en oro, pero no necesitaba tener el equivalente en todas las demás divisas. Había más dinero que oro.

En 1971, Estados Unidos entró en crisis: por primera vez tuvieron déficit en su balanza comercial (más importaciones que exportaciones), las reservas de oro se redujeron de 22 mil toneladas en 1948 a ocho mil en 1971, y la guerra en Vietnam mermaba aún más la economía. Así que el 15 de agosto de 1971 Richard Nixon decidió cerrar las ventanillas de cambio. Él y su gobierno habían llegado a la conclusión de que necesitaban devaluar el dólar, por lo que tenían que abandonar el patrón cambio-oro.

Desde ese día, el sistema monetario mundial pasó a ser fiduciario. Esto es: su principal respaldo es la confianza que merece, no hay nada material detrás. El dinero que utilizamos hoy en día vale lo que la gente esté dispuesto a darnos por ello, que es a su vez lo que la gente confía en el Banco Central que imprime la moneda. Si el Banco Central Europeo cayera y se perdiera su confianza, el euro no valdría más que el papel en el que está impreso.

Actualmente en el mundo solamente hay un 8%* del dinero total impreso en billetes o acuñado en monedas. El 92% del dinero es virtual. Es dinero que se mueve de una cuenta a otra, son números en una base de datos, y cada vez lo son más. El euro, el dólar y el yuan son ya prácticamente ciber-monedas basadas en confianza y en deuda.

¿Qué diferencia hay entonces entre una criptomoneda y un euro? En dónde se deposita la confianza. Al depositar confianza en algo, implícitamente estás consintiendo que si falla el afectado serás tú, aunque confías suficiente como para pensar que no fallará. Así que, ¿de qué fiarse más?

Desde el punto de vista técnico, gana Bitcoin. Bitcoin distribuye el «poder de defraudar al sistema» (equivalente a la confianza) entre millones de nodos. Da igual que alguno de los nodos intente defraudar al sistema, ya que no tiene depositada suficiente confianza como para actuar por su cuenta. En una moneda central, este poder siempre va a estar en una cantidad mucho más reducida de nodos, y por tanto más fácil de defraudar. Este argumento sirve también para potenciales hackeos: hackear Bitcoin requeriría hackear más de la mitad de la red, es decir, millones de ordenadores, mientras que hackear un banco implica un ataque a una cantidad mucho más reducida.

Pero la verdadera pregunta no tiene que ver con nada técnico, sino con las características de Bitcoin como moneda. Bitcoin es una moneda en la que como máximo hay 21 millones en circulación, no puede imprimirse moneda de más como sí hacen actualmente el euro o el dólar. Además, algunos Bitcoins se irán perdiendo inevitablemente (discos duros que se rompen, USBs, gente que fallece sin revelar su contraseña,…), lo cual podría convertirla en una moneda deflacionaria.

La verdadera pregunta tiene que ver con el sistema económico que nos dejaría Bitcoin, con una moneda que no puede imprimirse al tuntún por el banco central de turno (¿es eso bueno, malo, a veces bueno, a veces malo, es bueno a corto y malo a largo,…?), con un stock limitado e incluso menguante (aunque con la posibilidad de dividirse infinitamente) y que en cualquier caso seguiría siendo compatible con un patrón fiduciario. ¿Es eso bueno? ¿es mejor que lo que tenemos? ¿es mucho peor? ¿pasa el futuro del sistema monetario por blockchain? ¿es el único valor diferencial del blockchain la transparencia y seguridad informática, o implica algo más?

 

*1: «Comparing the world’s Money & Markets», The Money Projecthttp://s03.s3c.es/imag/_v0/1325×13234/8/d/0/grafico-money-markets.png.

Deja un comentario